El pasado 15 de septiembre se dio el pistoletazo de salida en Cataluña al cobro del impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de tracción mecánica. Cataluña se ha convertido en la primera comunidad autónoma que aplica esta tasa, que lo tendrán que pagar tanto las personas físicas como las empresas titulares de un turismo, furgoneta o motocicleta.
Este impuesto que recauda la Generalitat de Cataluña, afecta actualmente a 2.267.168 vehículos y tiene como objetivo grabar las emisiones de dióxido de carbono que producen estos vehículos y que inciden en el incremento de las emisiones de gases con efecto invernadero.
El tributo tiene carácter finalista y tiene que nutrir a partes iguales el Fondo climático y el Fondo de patrimonio natural. El impuesto se gestiona mediante padrón y es elaborado y aprobado por la Agencia Tributaria de Cataluña a partir de los datos de que dispone.
En un principio, todos los vehículos con emisiones superiores a los 120gr/km tienen que hacer frente a este pago y se establecen 5 tramos en función de las emisiones medianas del mismo. De este modo, el que más contamina más paga. Los vehículo con emisiones inferiores a los 120gr/km, no pagará hasta 2022.
Tramos del impuesto:
- De 95 a 120 gr/km – 0,7 euros/gramos emitido (entra en vigor el año que viene)
- De 120 a 140 gr/km – 0,85 euros/gramos emitido
- De 140 a 160 gr/km – 1 euro/gramos emitido
- De 160 a 200 gr/km – 1,2 euros/gramos emitido
- Más de 200 gr/km – 1,4 euros/gramos emitido
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